viernes, 15 de octubre de 2010

Desorden

Siempre he sido una persona despistada y desordenada, aunque hasta ahora no le he dado la mayor importancia. Nunca me había preocupado mucho que desapareciera un cuaderno, una agenda, un libro, o incluso una camiseta; acababan reapareciendo tarde o temprano en cualquier rincón de la habitación.

Pero... ¿y si ese desorden se aplicase más allá? Quiero decir, ¿y si hubiese perdido algo más que un objeto? ¿Y si no tengo un objetivo, una meta que alcanzar? A lo mejor debería empezar a poner algo más de orden en mi vida diaria, poco a poco, para lograr una mayor estabilidad a largo plazo.

De momento, empezaré por tratar de ponerme un horario razonable. Y digo razonable porque con los horarios de prácticas de mi carrera es imposible llevar un contro diario de las actividades. Pero al menos trataré de levantarme y acostarme todos los días a la misma hora, que dicen que ayuda a dormir mejor. Intentaré leer un rato todas las noches antes de acostarme (me reprocho muchísimo el haber perdido esa costumbre), y trataré de pasar algún tiempo alejada del ordenador todas las tardes. Ya sea delante de los apuntes, o saliendo a la calle a pasear, a correr, a gritarle al mundo o simplemente a buscar rincones en los que merezca la pena perderse. Y si puedo, me acompañará la cámara de fotos.

Y hasta aquí todo lo que quería decir hoy (creo que al final me he enrollado más de lo que pensaba). Buenas noches, y buena suerte.

2 comentarios:

Eingel dijo...

Yo creo que el orden en esas cosas no es tan importante. Al contrario, si me levanto y me acuesto siempre a la misma hora, si hago las mismas cosas todos los dias, siento que me amuermo, que me pierdo en los mundos de las costumbres. Y no me gusta esa sensación.

Mas bien... el desorden está dentro de la cabeza. Hay que amueblarla un poco, que las neuronas dejan demasiado espacio vacio

Besoooooos

Nefertari dijo...

Ahí no estoy del todo de acuerdo. No soy capaz de poner un orden dentro de mi cabeza si no tengo cierto orden exterior, cierta... rutina, por llamarla de alguna forma. Lo que no significa que vaya a pasarme todos los días haciendo lo mismo, siempre habrá algo que la rompa; ya sea un paseo distinto, alguien con quien charlar o simplemente las ganas de escribir un cuento.

No hablaba de perderme en el mundo de las costumbres, como dices, si no de establecer cierto orden que me ayude mejor a controlarme a mí misma, y a llegar a conocerme mejor de lo que me conozco, mis puntos fuertes y mis debilidades, que creo que aún me falta mucho para saber realmente cuáles son.

Y ya, creo que ya me he vuelto a enrollar como una persiana XD